Nora Strejilevich - Materiales - Arte y Memoria


(Identidad Nacional)
Territorio Violento



HISTORIAS CLÍNICAS, serie 1998 - TINTA Y ACUARELA SOBRE PAPEL,
27cm x 21cm. Claudia Contreras

por Adriana Lauria

Violencia como característica de identidad nacional. Una historia de antagonismos cuyos resultados fueron el desborde y los crímenes de lesa humanidad. Una débil noción de comunidad, donde la solidaridad y el respeto a la dignidad se ven muchas veces escarnecidos por la impudicia de un poder autoritario, cuya agresiva discrecionalidad recibe como respuesta la violencia de la desesperación. Ambición por el poder, dominación por el terror. Violencia que engendra ira y rebelión ante la conculcación de derechos, falta de justicia y equidad social. La cadena de venganzas seguramente hará perder de vista el lado de la razón confundiendo métodos con fines. Finalmente demasiadas excusas para explicar lo inexplicable.

La obra de Contreras presenta al país como un organismo vivo. Para ello inventa una “biogeografía”, en la cual los contornos cartográficos de la Argentina sufren malformaciones.

Esquemas de células, órganos, mapas, significativas fachadas de edificios históricos, escarapelas y otras alegorías nacionales, se combinan y multiplican para simbolizar un cuerpo de país atacado por afecciones, que como la violencia, parecen congénitas.

La delicadeza de estos dibujos remite a la fragilidad del tejido social y a las vidas que lo componen.

Por su disposición simétrica y su repetición espejada, estas figuras parecen constituir una heráldica del malestar, conformando nuevas enseñas de identificación ciudadana.

La presencia de cadenas de ADN y el desdoblamiento de imágenes que remeda el proceso de división celular por el que puede generarse una vida, refuerza esta idea de identidad, que no solo está constituido por la retórica de los símbolos patrios, sino también, y sobre todo, por algunas constantes históricas que se presentan como problema. Los soportes tomados del ámbito hospitalario – apoya notas en los que se consigna la evolución de un paciente, biombos que separan una cama de otra, sobre todo en una crisis - reconducen la interpretación de estas piezas hacia la concepción de país enfermo.

Contreras analiza al país con la distancia que le prestan las ciencias, diagnosticando desde su laboratorio creativo y bajo el microscopio de su arte, una Argentina doliente por su reiterada intemperancia. Aborda desde la metáfora artística un pasado siniestro que, remoto o inmediato, acechará volverse presente en cualquier descuido del olvido.

Cita extractada del texto: Territorio violento para el catálogo “Como carne y uña” por Adriana Lauria. – 1998





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